Bienvenidos al tren

Viajar en tren, una experiencia maravillosa.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Frases de antología para hombres que viajan en tren

La mujer subió al tren con mucha dificultad, trepó los escalones y, apoyándose en el bastón, dirigió sus pasos al interior del vagón.




La anciana tendría más de 70 años. Una vez arriba del tren se encaminó a la punta del vagón. Pensé que en ese breve trayecto alguno se levantaría para ofrecerle el asiento; pero pensé mal. Los hombres se durmieron y las mujeres miraron para otro lado.

La abuela le pidió el asiento a un hombre de 43, 44 años, morrudo y de baja estatura. Supuse que el tipo saltaría como un resorte y diría algo así como "por supuesto, abuela, ¡siéntese!". Además, estaba sentado en un asiento reservado para embarazadas, abuelos y personas con bebés.

Pero nada de eso ocurrió. "Estoy operado de la rodilla", dijo el hombre, y ni amagó a moverse. La abuela volvió sobre sus pasos y un muchacho ubicado en mitad del pasillo sin obligaciones legales pero sí morales, le cedió su lugar.

La abuela quedó a mis espaldas y pude escucharla con claridad repetir una y otra vez, no sé si como un rezo o como un insulto, la frase del millón: "¡Estoy operado de la rodilla!".

sábado, 1 de noviembre de 2014

Víctor Hugo Morales, un famoso que se le animó al tren

El periodista Víctor Hugo Morales contó que el 30 de octubre fue a dar una conferencia a la localidad de Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires, y que volvió a la Capital Federal en tren.


“Es lindo porque la gente te mima”, afirmó Víctor Hugo que, según contó, recibió muestras de afecto por parte de pasajeros que compartieron el viaje. Su cara es una de las más conocidas de la Argentina, pero su voz debe ser más popular aún, toda vez que relata partidos de fútbol desde hace tres décadas.

“Quedé visiblemente admirado”, dijo Víctor Hugo, al referirse al excelente estado de los trenes recientemente adquiridos a China y que forman parte del equipamiento del Ferrocarril Sarmiento, la línea de trenes que une la estación 11 de septiembre con Moreno.

Efectivamente, los trenes de ese ramal han significado un avance importante para las miles de personas que los utilizan para movilizarse desde el Conurbano bonaerense al centro de la ciudad de Buenos Aires.

El periodista uruguayo compartió esta anécdota con su audiencia del programa La Mañana que conduce de lunes a viernes por Radio Continental, emisora del Grupo español Prisa.

La semana pasada viajé y puedo asegurar que las formaciones están enteras, limpias, con aire acondicionado y con puertas que se cierran antes de comenzar a andar y van razonablemente rápido, para que el viaje no se transforme en una tortura interminable. Además, los trenes pasan bastante seguido. No tomé el tiempo, pero en mi viaje Once-Liniers-Once, no habré esperado más de diez minutos en cada ocasión.


Víctor Hugo es famoso por sus relatos futbolísticos y en los últimos años por su respaldo al Gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner y también por las polémicas en que ha quedado envuelto con colegas y otras personalidades del ambiente artístico o político. 

Sus palabras pueden interpretarse como una manera de apoyar a la gestión de la presidente Cristina y de su ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pero no dejan de ser ciertas.

Lo que sí, el hombre debería viajar más a menudo en tren. Su ejemplo tal vez impulse a otros famosos a viajar en tren, con todo lo que esto significa en materia de cuidado del medio ambiente y mejoramiento del tránsito vehicular. 

También aprendería que los trenes están formados por vagones que están conectados unos con otros formando unidades de más de 200 metros de longitud en las que los pasajeros pueden trasladarse de una punta a la otra.

Víctor Hugo no lo sabía. Pensó que los vagones son compartimentos estancos. Es bueno que haya confesado su ignorancia, porque en general nos gusta hablar de nuestros aciertos y callar nuestras burradas.

Y otra cosa buena es que en tiempos de tanta beligerancia social y sentimientos políticos a flor de piel no haya habido agresiones del resto de los pasajeros. Morales viajó en paz, como corresponde, a pesar de que seguramente no todos sus compañeros de viaje sean admiradores de su postura política.