El óleo de Aldo Severi muestra una cervecería que al día de hoy no ha cambiado mucho, especialmente en sus grandes torres y ventanales sobre la avenida 12 de octubre y las vías del Ferrocarril Roca.
En un plano muy menor se advierten las vías del tren y una locomotora.
El transporte ferroviario fue vital, especialmente en los primeros tiempos, para que este complejo industrial que le dio trabajo e identidad a la ciudad pudiera recibir materias primas y distribuir su producción.
También fue característico por muchos años el paso de las sus trabajadores yendo y viniendo en bibicleta, lo que ha cambiado drásticamente. Muchos de sus empleados van a trabajar en sus propios coches.
El ferrocarril y la producción cervecera fueron fundamentales para la vida de Quilmes; y hoy, cuando cumple 350 años, lo siguen siendo.
Cada tanto vuelve a circular el rumor de que la Cervecería se va de Quilmes y últimamente se mencionó India como destino de esta planta elaboradora de cerveza.
La presencia de sus inmensos camiones, semiremolques, complican el tránsito de sus calles y la salida de esta industria aliviaría enormemente el tránsito.
Si efectivamente la cervecera que fundó Otto Bemberg se retira de la ciudad causaría un perjuicio económico muy difícil de mensuras tanto por los cientos de trabajadores que se quedarían sin empleo y las decenas de pequeños comercios y proveedores que viven de esta industria.
El municipio dejaría de cobrar tasas y la provincia impuestos.
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